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Aumenta tu competitividad con la predicción de la demanda

¿Cómo se consiguen estos beneficios?

En un entorno económico completamente globalizado, complejo y cambiante es necesario explotar al máximo todas las opciones de mejora del rendimiento empresarial para seguir siendo competitivo. Especialmente en momentos económicamente difíciles, como los que vivimos, que han llegado abruptamente, fruto de una crisis que nadie podíamos imaginar hace poco más de un año.

Las nuevas tecnologías son la clave en la optimización de procesos. La inteligencia artificial, la ciencia de datos e internet of things (IoT – IIoT) nos permiten desarrollar, entre infinidad de herramientas aplicables a cualquier sector de actividad, sistemas predictivos con los que aumentar la operatividad, simplificar la toma de decisiones, conseguir crecimientos más rentables y mayores retornos de inversión.

Pongamos un ejemplo para concretar lo que comentamos. En nuestros años de experiencia en la implementación de herramientas de predicción de la demanda, concretamente de AIDÓO Purchases, la que hemos desarrollado, la que mejor conocemos, hemos comprobado que se consiguen reducciones de stock del 15% en la primera fase de implantación, y agilizar el proceso de compra hasta un 80% en tiempos. Los datos son indiscutibles, los sistemas predictivos, en este caso de la demanda, posibilitan la optimización principalmente del proceso de gestión de almacén ,y por extensión, del conjunto de la cadena de suministro, puesto que saber con antelación qué ventas vamos a tener en los próximos meses mejora la planificación de producción, compras, logística, transporte…

Volvamos a los datos. Un 15% de reducción de stock se traduce en una importante merma del capital inmovilizado, en la liberación de espacio en almacén, y en el descenso a cotas mínimas del riesgo de obsolescencia de referencias, lo que vuelve a redundar en el beneficio económico por eliminación de pérdidas. Si tenemos en cuenta el 80% de agilización del proceso de compras, nos encontramos con beneficios como la consecución de más tiempo para poder dedicar al análisis y la toma de decisiones, y no a las compras en sí mismas; la reducción de tareas administrativas, o el aumento del nivel del servicio al cliente, que podrá obtener los productos deseados con mayor celeridad, incluso, con reducciones en el precio, fruto del aumento de rentabilidad que ya hemos mencionado (disminución de riesgos, inmovilizado, mayor capacidad de negociación con proveedores…).

¿Cómo se consiguen estos beneficios?

La respuesta está en la explotación de datos y la aplicación de Inteligencia Artificial. Toda empresa genera miles de datos diariamente que, ahora, pueden ser recogidos, tratados y transformados en información útil para la toma de decisiones bajo una filosofía data driven.

La captura de datos (históricos de actividad, calendarios laborales, meteorología, leas time de proveedores…) y su conversión en predicciones de ventas, posibilitan basar la actividad empresarial en la realidad presente y futura de la demanda de los productos o servicios de la empresa, y no en estimaciones sustentadas en las creencias, intuición o experiencia de los equipos, como se venía haciendo hasta el momento. Se da el gran salto de suponer a conocer, eliminando la incertidumbre en el proceso de toma de decisiones y errores en las operativas.

Con la implantación de sistemas de predicción de la demanda se cuenta con previsiones de las referencias que se venderán a determinado tiempo vista, simplificando las tareas del conjunto de la cadena de suministro, partiendo de la gestión del departamento de Compras. Es decir, se consigue una visión 360º ventas-almacén-compras, que dejan de ser unidades aisladas, ganando en eficiencia, al tiempo que se automatizan los procesos con sistemas de alertas parametrizadas y la emisión de sugerencias de compra.

En este punto retomando los datos, contar con previsiones de lo que sucederán en el futuro, de la demanda de nuestros artículos, permite reducir el stock en un 15%, en la primera fase de implantación, y conseguir un 80% de agilización del proceso de compras (datos basados en la experiencia de implantación de AIDÓO Purchases), además, de una mejora de general de procesos, y un mejor servicio al cliente, lo que redunda en un aumento de la eficacia y la rentabilidad, gracias a la eliminación de costes innecesarios y riesgos.