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¿Qué es y para qué sirve la apificación?

Apificación deriva de API, y hace referencia a la generalización del uso de APIs en la gestión de la estrategia de negocio.

La rápida evolución de la tecnología nos deja multitud de nuevos términos y conceptos que evolucionan a la misma velocidad que lo hacen sus usos y aplicaciones. Expresiones como Data Driven, Blockchain o Data Warehouse son ya habituales en el día a día de aquellas empresas que afrontan el presente y el futuro desde la óptica de la transformación digital. Pero, ¿cuál es el significado de apificación?

¿Qué es la apificación?

La palabra apificación deriva de API, Application Programming Interface en su terminología inglesa, y hace referencia a la generalización del uso de APIs en la gestión de la estrategia de negocio.

Empecemos entonces por el principio ¿qué es una API? Explicado de manera sencilla es una interfaz que permite que módulos de software diferentes puedan interactuar. Las APIs interconexionan aplicaciones para que puedan valerse de sus respectivos backends aprovechando las infraestructuras ya existentes, y ahorrando, por tanto, tiempo y recursos.

Estos sistemas no son una novedad en sí mismos, existen y se utilizan hace años pero, con la evolución de la ciencia de datos y la inteligencia artificial, han sufrido una redefinición dando el salto de interfaz interna para la comunicación de aplicaciones de la misma organización, a medio para interrelacionar aplicaciones y datos con terceros.

¿Para qué sirve la apificación?

El impulso de la digitalización, la masiva creación de aplicaciones, el comercio y las finanzas digitales, la comunicación on line, la multiplicación de dispositivos de acceso a Internet y la generalización de uso de los sistemas cloud y Ilot (Internet of Things o Internet de las Cosas) han reinventado las APIs, convirtiéndolas en potentes herramientas para la transformación digital de las empresas y resortes para el impulso de nuevos modelos de negocio.

Pero no ha sido únicamente el desarrollo tecnológico lo que ha impulsado la apificación, el asentamiento de la cultura colaborativa ha tenido un papel crucial. Las organizaciones se han abierto al trabajo interno conjunto, al concepto de compañía y no de departamentos estancos, pero también están dando el salto a la cooperación con terceros, ya sean clientes, partners, proveedores… con los que se crean verdaderos ecosistemas para la promoción de una gestión eficaz.

En este marco, entornos de trabajo colaborativos como DevOps, productos como Github o Gitlab, o herramientas como las Torres de Control son ya comunes en las empresas que han puesto en marcha sus procesos de transformación digital. Los mismos estándares sigue la apificación: colaborar para mejorar en un escenario win win, en el que todas las partes ganan. Y esto es así porque se aceleran y enriquecen los proyectos y la gestión de negocio al contar con desarrollos ya efectuados, y una verdadera motivación al intercambio de información y funcionalidades.

La innovación abierta está acelerando la digitalización con modelos de gran valor, bajo coste, alta escalabilidad, y rápida implementación y retorno, y esto se da gracias, fundamentalmente, al trabajo con APIs. En este sentido, cabe insistir en que estas herramientas son, como hemos mencionado, conectores de softwares que aprovechan la información de la otra parte con plena garantía de independencia.

Ejemplos de apificación

Ejemplos de apificación los tenemos en la utilización de selfies para la validación de operaciones bancarias. Hoy en día ya es habitual, de hecho hay bancos que lo publicitan como seña de identidad, abrir una cuenta o autorizar pagos con una autofoto, y esto es posible gracias a la cooperación entre aplicaciones que permiten las APIs.

También empieza a ser común poder abrir el coche a distancia desde un teléfono móvil o programar electrodomésticos (calefacción, horno…) desde dispositivos remotos, actividades que también facilitan las APIs.

Otro ejemplo que tenemos presente en nuestro día a día el uso de Google Maps a través de webs de terceros. En muchos de los site que consultamos nos aparecen mapas de Google con la ubicación de determinadas localizaciones de interés para el usuario. Esta interrelación mejora la usabilidad de la página, incrementa la satisfación del cliente, y fomenta el uso y recuerdo de la herramienta de Google como mejor método para guiarse o reconocer lugares. Todo el mundo gana.

¿Por qué apificar?

Como estamos viendo, los beneficios de la apificación son muchos y la tendencia es al incremento del uso de APIs. Veamos de forma resumida sus principales ventajas:

  • Reduce el tiempo de creación de productos
  • Aprovecha recursos ya existentes
  • Mejora la usabilidad
  • Incrementa la satisfacción del usuario
  • Disminuye costes
  • Impulsa nuevos modelos de negocio
  • Aumenta la eficacia de gestión
  • Fomenta la colaboración empresarial

En definitiva, la apificación mejora los procesos de negocio e impulsa la transformación digital, ahorrando tiempo, reduciendo costes y mejorando las cotas de calidad de productos y servicios. Y todo esto gracias a la implantación de una cultura colaborativa que permite aprovechar recursos ya existentes en procesos en los que todas las partes ganan.